Antonio Azuara
Rosarito
CONTEXTO X. Los martes de Tianguis en el mercado sobreruedas que se instala en la entrada al Plan Libertador se ha convertido en tierra de nadie, el problema interno de la agrupación cuatro de julio los mantiene en disputa por el control de la agrupación.
Por un lado José “Pepe” Jiménez Álvarez, ha mantenido por largo años el control de este “Sindicato” señal que es un negocio muy jugoso ese sujeto esta acusado de todo y sus mismos agremiados lo señalan, dicen que ya no quieren la dirigencia de Pepe Jiménez, que ya están cansados de estarlo manteniendo y que por muchos años han soportado el “desplumadero” por causa de este sujeto.
Y por el otro lado esta, Eduardo León Sánchez a quien apodan “el tuerto”, este sujeto presume y perjura que es menos trácala que su antiguo patrón y con este cuento le tiene absorbido el seso a comerciantes inconformes.
Cada lunes y martes se le ve rondar por el ayuntamiento haciendo creer a funcionarios que el es el bueno, sin embargo se le olvida que es un problema de comerciantes de Tijuana y que vienen a Rosarito a liarse a golpes con los oponentes.
La mayoría de los comerciantes ambulantes del mercado sobreruedas cuatro de julio son del municipio de Tijuana, seria importante que la autoridad tomara esto en cuenta y dejar esta plaza a comerciantes de Playas de Rosarito, además que la autoridad se comprometa para reubicar el mercado que se encuentra en una zona muy peligrosa, recordemos que ahí se dio un trágico accidente automovilístico donde perdieron la vida cuatro personas y no era día de plaza.
Este pleito interno del Sindicato cuatro de Julio esta llegando demasiado lejos, el pasado martes los comerciantes se enfrentaron a golpes por el control de la plaza, mientras tanto la autoridad competente hace oídos sordos al conflicto.
Dicen algunos comerciantes del mercado sobreruedas que el Director de Regulación Municipal Pablo Cota se inclina al lado de José Jiménez Álvarez, Pablo Cota en dos ocasiones fue invitado a reunirse con ellos y en las dos no fue, señalan los comerciantes que los ha dejado plantados.
Eduardo León Sánchez, se siente el mesías, Pablo Cota inclinado al patrón, el que paga manda y Pepe Jiménez, despreciado por sus antiguos compinches.
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